Muchos de estos padrinos pasarán anónimos ante el mundo, pero serán fundamentales en la vida de su ahijado (a) por su solidaridad y buena voluntad.
Para que este vínculo sea efectivo, una vez realizado el apadrinamiento, el padrino recibe una ficha con los datos más importantes del niño(a). Así, padrino y ahijado(a) pueden escribirse o llamarse cuando lo deseen. Pero el proceso de apadrinamiento no se detiene aquí, pues lo que se busca finalmente es la creación de un vínculo permanente y en constante crecimiento a través del cual el padrino logrará una influencia positiva y duradera en el niño(a).
El dinero donado no llega directamente al niño(a), los aportes de los padrinos van destinados a un fondo común desde el cual distribuyen los gastos para los proyectos, según las necesidades para mejorar la calidad de vida de los niños de la Fundación.
